Uno de los grandes iluminados de la ciencia celebra su cumpleaños número 152 hoy: el inmortal inventor croata Nikola Tesla, canal de la energía electro-cósmica del universo.
Como todos los años en Pijama Surf celebramos a Tesla (con eléctricas reverencias en el mundo de bits). A 152 años del nacimiento del que tal vez sea el genio más grande de la época moderna —en cierta forma Telsa hizo moderno al mundo y lo iluminó tecnológicamente—, Nikola Telsa sigue siendo poco conocido y su trabajo sistemáticamente olvidado, plagiado o desvirtuado para fines capitalistas y de control que contravienen el espíritu de su creación.
En el interés de que el trabajo de Tesla sea conocido y retomado, en admiración y en celebración, republicamos una breve biografía, recursos, citas e investigación sobre el extraño destino de la tecnología desarrollada por Tesla.
El ingeniero eléctrico serbio Nikola Tesla vio por primera vez la luz a la medianoche del 10 de julio de 1854, sincromísticamente durante una tormenta eléctrica en el pueblo montañez de Smilijan, en lo que ahora es Croacia. Tesla llegó a los Estados Unidos en 1884 con solo 4 centavos en su bolsa, algunos de sus poemas y unas ilustraciones de sus diseños de máquinas voladoras.
Empezó a trabajar rápidamente con Tomas Alva Edison, a quien la historia muy discutiblemente ha preferido llamar el padre de la electricidad y quien tiempo después embaucó a Tesla. Tesla no tenía mente para los negocios, vivía absorto en el desarrollo de sus inventos. Nunca se casó, abrazó el celibato y las palomas, era vegetariano, al parecer tenía memoria fotográfica y hablaba más de 6 idiomas.
Entre las invenciones que se le reconocen a Tesla están, por mencionar algunas, la corriente alterna, la electricidad inalámbrica, el altavoz, la luz neón, el radar, la luz fluorescente, el control remoto, las bujías, el alternador, la primera planta hidroeléctrica en las cascadas del Niágara (un sueño que tenía desde pequeño al observar un dibujo de las cascadas), las bases del horno de microondas, la ignición automovílistica, el microscopio de electrones, los rayos X, en total más de 700 patentes. Y en 1943 la Suprema Corte de Estados Unidos finalmente reconoció a Tesla como el inventor de la radio (Marconi lo habría plagiado). Tesla también sostuvo haber sido el primero en observar los rayos cósmicos, mismos que a través de su “Sistema de Energía Radiante” pueden ser usados por cualquiera como fuente de energía eléctrica para su hogar. Algunos dicen que Tesla inventó el siglo XX. Muchos de los inventos de Tesla se le ocurrieron en sueños; describía su proceso creativo como “un relámpago en el que súbitamente se aclaraban los secretos de la naturaleza”.
Las visiones de transmisión eléctrica inalámbrica y los textos de Tesla claramente prefiguran Internet y la televisión. Este científico incluso teorizó sobre la transmisión de la materia, la teleportación y el viaje en el tiempo, algo que según algunos logró antes de morir, participando en el mítico Experimento Philadelphia, como se especula en la película The Prestige, donde David Bowie, el hombre de las estrellas, encarna a Tesla, el hombre de la energía de las estrellas en la Tierra. «My wireless transmitter does not use Hertzian waves, which are a grievous myth, but sound waves in the aether».
Ahora bien, si Tesla hizo todo esto y mucho más, ¿por qué no figura entre las mentes consagradas por la humanidad? Entre Einstein, Newton, Galileo o al menos entre Graham Bell, Edison, Pasteur o Bill Gates. ¿Por qué ha sido Nikola Tesla sacado del libro de la historia? Yo no recuerdo jamás haber escuchado su nombre en la escuela. Y según creo nos siguen diciendo que Marconi fue el que inventó la radio.
Por una parte Tesla ha sido ostracizado debido a que es responsable de crear el estererotipo del científico loco, la mente incomprendida, volada, de llenar la ciencia de espiritualidad y ser demasiado avanzado para su tiempo. Pero sobre todo porque jamás se interesó en congeniar con el establishment y usar su tecnología para generar dinero. El millonario J.P. Morgan abandonó a Tesla cuando éste no quiso poner su tecnología al servicio del capitalismo. Su visión de energía gratuita ilimitada, algo que pudo haber logrado, entró en evidente conflicto con la naciente industria del petróleo y los intereses económicos de su época. Tal vez esto nos aclare un poco por qué Tesla no está en la portada del libro de ciencia.
«La paz universal como resultado de un esfuerzo acumulativo a través de los siglos podría suceder rápidamente, no tan diferente a un cristal que se forma repentinamente en una solución que ha sido preparada lentamente».
«Este nuevo poder para conducir la maquinaria planetaria será derivado de una energía que opera en el universo, la energía cósmica, cuyo poder central en la Tierra es el Sol, pero que está presente en todas partes en cantidades ilimitadas». -Nikola Tesla.
El alquimista de la electricidad Nikola Tesla creía, como la moderna teoría holocuántica de David Bohm, que existe una infinita cantidad de energía en el punto cero de la materia; que, como en un holograma, la totalidad del universo habita en un átomo, algo que tiene resonancias budistas (Tesla fue amigo del Swami Vivekananda) pero que, si mezclamos la capacidad creativa ilimitada de Tesla con los descubrimientos de las física cuántica, no suena del todo descabellado. “En las siguientes generaciones nuestra maquinaria será alimentada por una fuerza obtenida en cualquier punto del universo”.- Tesla
(Hay que recordar que el electromagnetismo, como la gravedad y la fuerza nuclear débil y la fuerza nuclear fuerte, es un campo universal, que se encuentra en la totalidad del espacio).
«[...] [Tesla] tells the writer that he stands ready to divulge to the United States government the secret of his “teleforce,” of which he said,” airplane motors would be melted at a distance of 250 miles, so that an invisible ‘Chinese Wall of Defense’ would be built around the country against any enemy attack by an enemy air force, no matter how large».
Sin embargo Nikola Tesla no divulgó su deathray más que como un rompecabezas que entregó a una serie de gobiernos de países adversarios en todo el mundo. Para poder desrrollarlo tendrían que trabajar juntos, dialogar y acordar armónicamente.
Nikola Tesla, que desdeñó el amor de las mujeres, pese a que muchas de ellas se enamoraron pérdidamente de él, fue un apasionado de las palomas (tal vez un sucedáneo del arquetipo femenino), en especial tomó cariño de una de ellas. Un día esta paloma voló a la habitación de Tesla con los ojos brillantes: «Sí, era una luz real, una poderosa, fulminante, enceguecedora luz, una luz más intensa que la que jamás produje con las más poderosas lámparas en mi laboratorio». Y hay que recordar, como se puede apreciar en la película de Jim Jarmusch, Cofee and Cigarettes, con los famosos tesla Coils, que Tesla produjo luces intensas, espectaculares —Tesla gustaba de jugar al mago haciendo demostraciones públicas de sus bobinas: latigazos de luces azul violeta que embelesaban a su público.
Después de esto la paloma de Tesla murió, y, como una especie de espíritu doble ominoso, la fuerza vital de Tesla también murió. Desde ahí el genio pareció entrar en una especie de delirio deletéreo que lo llevó a la demencia (al final quería transmitir señales a Marte). Tesla falleció solo una noche de 1943 en un hotel de Nueva York. Afuera de su habitación la ciudad iluminada brillaba con la la luz que Tesla había decodificado para el mundo. Es posible que el espíritu de Tesla se haya vuelto esa luz misma que fluye por las venas del mundo.
Después de su muerte todos su documentos, los famosos Tesla Papers, fueron requisados por el director del FBI, J.Edgar Hoover, como un asunto clasificado. Según reportes la agencia de inteligencia recuperó 80 maletas de material top secret de Nikola Tesla.
La controversia y la tierra fértil de la conspiración empiezan aquí. En 1901 Telsa inició los planes para construir una torre de transmisión eléctrica inalámbrica. Fondeada en un inicio por el magnate J.P. Morgan, la torre Wardenclyffe era el intento de Tesla por demostrar cómo la ionósfera puede proveer energía eléctrica gratuita para todos sin la necesidad de cables eléctricos. Según cuenta la historia, cuando Morgan se dio cuenta de que no había ganancia en proveer electricidad gratuita para todos, abandonó el proyecto. La torre del generador se construía con la intención de inyectar grandes cantidades de energía a puntos estratégicos del circuito natural de la Tierra usando la” red” de la ionósfera como circuito de transmisión. Esta energía rebotaría en enormes cantidades al plantea y sería canalizada por la gente a través de una pequeña antena esférica y una conexión de tierra. No sólo se transmitiría electricidad sino también información: básicamente Tesla intentaba usar el cielo como un espejo detonante de ríos eléctricos de datos. Al parecer la torre nunca logró ser funcional, ya que Tesla estaba todavía cambiando su diseño cuando se retiraron los fondos y J.P. Morgan desalentó a nuevos inversionistas. Tesla perdió luego los derechos de pertenencia de la torre y en 1917 fue dinamitada por el ejercito de Estados Unidos, que temía estuviera siendo usada por espías alemanes.
Las bases de la transmisión inalámbrica de Tesla están en su descubrimiento de la resonancia Schumann (se llamaría resonancia Tesla si la comunidad científica le hubiera creído en su momento). Esta resonancia es una especie de pulso electromagnético rector, definida como una serie de picos de muy baja frecuencia en el campo electromagnético de la Tierra.
La Tierra se comporta como un enorme circuito eléctrico. La atmósfera actúa como un conductor débil, lo cual permite que la electricidad prevaleciente no se disemine. Los relámpagos excitan la cavidad formada entre la superficie de la Tierra y la ionósfera, detonando la resonancia Schumann en todo el planeta. Esto es lo que Tesla haría al disparar frecuencias a la ionósfera, simulando relámpagos: obtener un flujo de energía de baja frecuencia. La resonancia Schumann puede ser usada para monitorear actividad electromagnética incluso en otros planetas. Esta técnica ha sido adaptada para crear auroras artificiales. Para algunos la resonancia Schumann es una especie de marcapasos global, el patrón de frecuencia que regula eléctricamente a todos los organismos del planeta. Con 7.83 Hz es equivalente a las ondas cerebrales alpha, asociadas con estados de tranquilidad mental. Para decirlo de otra forma es el beat del planeta.
Toda esta abstrusa explicación científica viene al caso ya que según Tesla las ondas de baja frecuencia que se obtienen al excitar la ionósfera alteran también nuestro cerebro. Tesla creía, extrañamante igual que William Burroughs, que todo lo que puede hacerse químicamente en el cerebro puede hacerse eléctricamente. Esto es algo que se ha comprobado hasta cierto punto a través de la fotoestimulación y su naciente industria de las máquinas de luz y sonido que envían frecuencias de luz a ciertos ritmos para inducir a las ondas cerebrales a cambiar su frecuencia en estados de predominancia: alpha, beta, gamma o theta. «Si podemos controlar este sistema de resonancia electrónicamente, podemos controlar el sistema mental de la humanidad», afirmó Tesla según uno de sus biógrafos. Algunos dicen que este es el gran secreto de Nikola Tesla y las bases encubiertas del proyecto HAARP, del gobierno de Estados Unidos. Y tal vez esta sea la razón por la cual uno de los genios más grandes de la historia de la humanidad (¿acaso el más brillante?) no aparece entre el panteón de los próceres.
EL PROYECTO HAARP Y EL CONTROL MENTAL
El proyecto HAARP (High Frequency Active Auroral Research Program), iniciado en 1993, es una investigación financiada por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, la Marina y la Universidad de Alaska para “entender, simular y controlar los procesos ionosféricos que podrían cambiar el funcionamiento de las comunicaciones y sistemas de vigilancia”. Este proyecto estuvo inspirado, sin duda, por la Torre de Tesla y sus experimentos de transmisión inalámbrica. HAARP es la fuente de miles de teorías de la conspiración. En 1998 una serie de científicos manifestaron su preocupación de que HAARP podría utilizarse como una arma dirigida a destruir aeronaves o para interferir las comunicaciones en cualquier punto del planeta. En su resolución de 28 de enero de 1999 sobre medio ambiente, seguridad y política exterior (A4-0005/1999), el Parlamento Europeo señalaba que el programa HAARP manipulaba el medio ambiente con fines militares.
El parlamento ruso (Duma) hizo un reporte en el que se asegura lo siguiente:
«The U.S. is creating new integral geophysical weapons that may influence the near-Earth medium with high-frequency radio waves … The significance of this qualitative leap could be compared to the transition from cold steel to firearms, or from conventional weapons to nuclear weapons. This new type of weapons differs from previous types in that the near-Earth medium becomes at once an object of direct influence and its components».
El sitio Haarp.net habla de un documento del Ejército de Estados Unidos donde se dice: «Las potenciales aplicaciones de los campos electromagnéticos artificiales son diversas y pueden ser usados en muchas situaciones militares o cuasi-militares. Algunos de los usos potenciales van desde el control de masas, el combate de grupos terroristas, el control de las instalaciones de seguridad militar y técnicas de antipersonal en tácticas de guerra. En todos los casos los sistemas electromagnéticos serían usados para producir de leves a severas perturbaciones psicológicas o distorsión perceptiva».
Parece que está claro que la tecnología ideada por Tesla puede servir para crear armas poderosas: rayos de partículas de alta frecuencia u ondas de frecuencia baja que pueden ser utilizadas para afectar las ondas cerebrales y posiblemente inducir a un estado mental determinado. Ahora bien, no sabemos si el gobierno de Estados Unidos o alguien más usa este tipo de armas. Ese es el asunto medular: ¿nos estarán disparando frecuencias, patrones mentales desde el espejo ionosférico del cielo? No tenemos forma de comprobarlo, aunque existen miles de páginas que afirman esto.
Lo cierto es que la cuestión de los campos electromagnéticos de la Tierra y del sistema solar es clave para nuestro futuro. Los estudios más serios en relación a una posible catástrofe global apuntan a que esta (una tormenta geomagnética) sería una de las formas más probables. Estamos inextricablemente conectados a la electricidad del universo. Tal vez todos somos Tesla. Google se une al tributo de Tesla y a 150 años de su nacimiento transmite por el Internet soñado por Tesla una resonancia en su logo.
Nosotros nos sumamos al tributo a Tesla y le deseamos feliz cumpleaños en el éter eterno o donde quiera que se encuentre. Pensamos en el flujo de la luz y en que tal vez si la humanidad hubiera puesto en práctica la energía alternativa de Tesla desde hace décadas, utilizando lo que Tesla inventó o siguiendo su desarrollo, en estos momentos no enfrentaríamos la crisis global del cambio climático que seguramente alterará de manera importante nuestro futuro y que podría ser fatal para el planeta. Pero como dijo Tesla: «La ciencia es perversa si no toma el camino de mejorar la humanidad». Al parecer hemos escogido el camino perverso.
“Can Man control [the] grandest, most awe inspiring of all processes in nature?….If he could do this, he would have powers almost unlimited and supernatural….He could cause planets to collide and produce his suns and stars, his heat and light. He could originate and develop life in all its infinite forms….[Such powers] would place him beside his creator, make him fulfill his ultimate destiny.” – Nikola Tesla
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