En la mañana me desperté pensando en un par de ideas para escribir, pero hoy sólo quiero concentrarme en la primera, que es parte de un ejercicio:
Tratar de describir y conceptualizar cómo concibo yo a dios, y utilizo la palabra concebir a propósito de sus acepciones:a) comenzar a sentir alguna pasión o afecto, b) formar una idea o hacer concepto de algo, y c) quedar preñada.
I
Entiendo que como un ser de la raza humana tengo capacidades y limitantes, y como tal, me está vedado el acceso o la comprensión cabal a la Verdad que todo lo engloba.
Lo mismo que con mi perro Dante, él sólo puede entender ciertas cosas de las que le digo, y aún si yo me pasara horas, días, meses y años tratando de explicarle que 2 más 2 son cuatro, jamás podrá entender esta sencilla operación, por ello me resisto a creer que un simple ser humano pueda entender a la fuerza creadora del Universo, en todas sus dimensiones.
II
Por ello me niego a conceptualizar y/o atribuirle a ese Poder Superior caracteristicas humanas; me resulta ilógico e infantil creer que Dios sea un sujeto barbado y clavado en una cruz, o bien una entidad sobrehumana con cualidades trinas.
Lo mismo que sucede en el caso del catolicismo, me ocurre con el resto de religiones.
III
Creo que es ilógico humanizar a ese Poder Superior.
Ni siquiera creo que se pueda decir que es una energia creadora de las galaxias y los sistemas planetarios que existen en los universos, de la materia y la antimateria. No. Pienso, admitiendo mi incapacidad para conceptualizarlo como Es, que ese Poder Superior es la Creación misma, la materia y la antimateria, lo que sé y lo que desconozco, lo que veo y lo que no, es el árbo que crece, y su raíz, son sus nutrientes, es el viento que acaricia las hojas, es la lluvia que lo rocía, son las nubes, el sol, es lo tangible y lo intangible, es Todo y es Nada.
Ni siquiera creo que se pueda decir que es una energia creadora de las galaxias y los sistemas planetarios que existen en los universos, de la materia y la antimateria. No. Pienso, admitiendo mi incapacidad para conceptualizarlo como Es, que ese Poder Superior es la Creación misma, la materia y la antimateria, lo que sé y lo que desconozco, lo que veo y lo que no, es el árbo que crece, y su raíz, son sus nutrientes, es el viento que acaricia las hojas, es la lluvia que lo rocía, son las nubes, el sol, es lo tangible y lo intangible, es Todo y es Nada.
IV
Por eso yo ya no me propongo entender a Dios, ni me preocupo por conceptualizarlo; por fin me quedó claro que sólo debo ocuparme en Sentirlo a través de lo que me rodea.
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