Comentario a Transformers 3

El lado oscuro de la luna

De niño disfrutaba mucho ver la caricatura de los Transformers, de ahí que ya adulto tenga una maldita predisposición para ir a ver cada una de las películas que ha hecho Michael Bay sobre estos robóticos personajes, sin importar que cada saga sea incluso peor que la anterior. Algo similar a lo que les ocurre a los pobres fanáticos de Harry Potter, con la ventaja para ellos de que al parecer la saga del niño mago ha llegado a su fin. Lo que comprueba que no hay mal que dure cien años…

Pero bueno, regresando a la peli que hoy quiero comentar, puedo decir que es muy larga innecesariamente. Además el filme es predecible todo el tiempo. No hay factor sorpresa en ningún momento, y aunque hay mucha acción no hay ninguna escena que de verdad valga la pena, porque es muy confusa; amen de que cuando pelean no sabes quién es Autobot o cuál Decepticon.

Obviamente en cuanto a efectos especiales observamos un despliegue impresionante de artilugios encaminados a presentar (como lo hemos visto hasta el cansancio en otros filmes igual de chafas tipo El Día de la Independencia) la destrucción de las ciudades gringas, lo cual siempre se disfruta.

Aunque bueno, Transformers 3 definitivamente es mejor que la 2, pero no creo que supere a la 1. Quizás por que en la 1 todo era sorpresa, pues no hay mucho qué decir, sólo hay madrazos. Pero en “El lado oscuro de la luna” vemos a un Optimus Prime hiper-mega-cursi, que después de las batallas se avienta unos choros sobre la libertad y la convivencia con los humanos que recuerdan a los políticos en campaña, o sea de hueva, sin mencionar el hecho de que traiciona a su propia raza.

Y sí, cambiaron a Megan Fox, y todo porque la bella actriz osó comparar al introvertido Michael Bay con Hitler, por ser, supuestamente, un dictador de la dirección. Lo cual no lo soportó la hipersensible piel del productor Steven Spielberg, que como sabemos es judío.