Existe un mundo de música en la red. Afortunadamente también son múltiples las formas de acceder a ella; podemos acercarnos a un estilo determinado de música mediante las estaciones de radio que existen en internet, o bien descargarla de diversas fuentes.
Sin embargo, las ventajas de la inmediatez no son privativas de la industria discográfica. Los medios de comunicación, como la prensa escrita, experimentan cambio acelerados que modifican, entre otros aspectos, su forma de hacer periodismo y la manera en la que el lector se acerca a éste.
En mis primeros encuentros con internet, siendo yo un adolescente, no se me ocurría qué buscar en la red, salvo pornografía. Ahora veo que es una poderosa herramienta de comunicación, fuente de información, educación y entretenimiento: una llave de acceso a lo desconocido y/o ignorado que cumple la función de presentarnos la otredad y la posibilidad de interactuar con ella.
No obstante, hoy día visualizo un riesgo surgido de su capacidad de revelar todo tipo de información. De ahí que pondere la necesidad individual de regular lo que se ve. En otras palabras, considero que la autocensura nos permite llenar el cántaro de agua limpia y desechar la perniciosa suciedad.
1 comentario:
Me encanta el Internet pero es cierto, llega un momento en el cual ya no le sacas provecho por que aburre o cuando menos ese es mi caso, por eso he tratado de ya dejar un límite de busca.
kissus
Publicar un comentario