Esta pretensión de hacer una carrera profesional y tener cosas es extenuante, pues no llega el dinero ni el éxito laboral, so, en mis momentos más radicales me pregunto ¿por qué no abandonarlo todo y vivir como hermitaño? ¿Por qué no seré franciscano?
Me gustaría vivir en el campo...
O... ser ministro de Estado.
Un maravilloso paraje en Pahuatlán para vivir al estilo Heidy
2 comentarios:
jojo, nos vamos juntos.
Me recordaste una cancion de alejandro Filio, y que estoy leyendo (aun) el nombre de la rosa.
saludotes.
tienes tiepos compartidos, son baratos¿?
Todos llegamos a pensar en cómo sería la vida fuera de nuestras vidas. Por un instante, todos somos cobardes.
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