lunes, 20 de abril de 2009

Plegaría de un fariseo


A mediados de febrero empecé a sentir que la vida se tornaba complicada.


El agobio de la realidad que se manifestaba a través de diferentes frentes.


Como en un juego de Tetris, procuré acomodar las cosas aquí y allá;
y en ese movimiento vital recordé-añoré la simplicidad de la infancia.


Y ante la incapacidad de regresar el tiempo, le pedí a dios serenidad.








2 comentarios:

fausto dijo...

ese,

no pude dejar de pensar en cómo, en ocasiones, al jugar tetris por periodos obsesivamente prolongados, cuando cierras los ojos para dormir sigues viendo jugadas de tetris.

abrazo,

f

Dámaso Pérez dijo...

afortunadamente no me he clavado tanto con el tetris, aunque seguramente nuestro amigo lorenzo ha de tener pesadillas con eso, jeje