miércoles, 30 de noviembre de 2016

El capitán de mi alma



Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable, doy gracias a los dioses que pudieran existir por mi alma invicta.

En las azarosas garras de las circunstancias nunca me he lamentado ni he pestañeado.


Sometido a los golpes del destino mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.


Más allá de este lugar de cólera y lágrimas donde yace el Horror de la Sombra, la amenaza de los años me encuentra, y me encontrará, sin miedo.


No importa cuán estrecho sea el portal, cuán cargada de castigos la sentencia, soy el amo de mi destino: soy el capitán de mi alma.





William Ernest Henley